Cuando nos embarcamos para pasar unos dias o unas horas de descanso en el mar, no sabemos hacerlo sin desconectarnos de todo. En una mano siempre el móvil, y la otra mano libre para no caerse, pero siempre con el móvil listo para disparar. Y si somos capaces de soltarlo, siempre lo tenemos a la vista, no sea que se escape nadando.
Según algunos estudios, miramos el móvil un promedio de 221 veces al dia. Parece mentira o imposible, pero es la realidad. La dependencia de la movilidad es tan grande que nos pasamos más tiempo al dia consulanto el smartphone que observando lo que pasa a nuestro alrededor. Pasamos a ser lo que se llama “peatón tecnológico”. Según un estudio, el 10% de las emergencias que llegan a algunos hospitales tienen como protagonista a un “peatón tecnológico” debido a la desconexión con su entorno y a la poca antención con los peligros que tiene ir por la vida limitando el campo de visión a un 5%, que es el que nos queda cuando sólo miramos la pantalla del dispositivo.
Lógicamente en el barco no corremos tanto peligro, pero pasamos a ser “tripulantes tecnológicos”. Me ha pasado, y seguro que a más capitantes, ver delfines navegando y observar como la tripulación está más preocupada por la foto o el “selfie” que se pueden hacer con los delfines de fondo, sin disfrutar del momento y admirar sin más esa alegría que nos transmiten los delfines cuando nos acompañan. Lo mismo pasa con el fondeo en los ratos de descanso en calas donde el paisaje invita a desconectarte. No sabemos hacerlo.
Esta “tripulación tecnológica” tiene tanta dependencia que requiere llevar consigo todos los accesorios posibles, a modo de “imprescindibles”. Cargadores, auriculares, altavoces, relojes …
Vamos a realizar una selección de alguno de estos “imprescindibles”, y otros que nos pueden ayudar de verdad a bordo, y podriamos llamarlos como “útiles”.
Publicado en el número 40 de la revista NAUTICA & YATES Magazine