Las preocupaciones de los navegantes han ido cambiando a medida que evolucionan las Nuevas Tecnologías. Ahora, en muchos casos, nos preocupa más tener conexión a Internet que otros factores importantes del barco. La conectividad nos proporciona tanta información de ayuda a través de los dispositivos de movilidad que no sabemos navegar sin conexión. ¿Cómo hemos llegado a tener esta dependencia? Parece absurdo, pero tiene su explicación lógica. Si tengo buena conexión a internet podré acceder a los partes meteorológicos y ver todos los datos que me ofrece la red para navegar más seguro. Si tengo dicha información podré tomar mejor las decisiones de navegación, rutas y fondeos.
Las Nuevas Tecnologías nos han cambiado la forma de planificar nuestras navegaciones. Hemos creado una dependencia absoluta de internet. Necesitamos tener la información en tiempo real, pero no siempre tenemos la cobertura que necesitamos. Esta dependencia nos puede crear serios problemas si entramos en zonas llamadas “oscuras”, es decir, sin cobertura. Nos puede pasar estando fondeados en una cala demasiado escondida donde la señal no nos llega, o bien si nos alejamos de la costa más de cinco millas de la costa, momento en el que los móviles nos avisan que la cobertura pasa a ser GSM, y sólo podemos usar los teléfonos para llamar, pero nada más. En ese momento se acabó el acceso los partes meteorológicos, a la información y a las Apps que requieren conectividad.
Cuando estamos fondeados y llegamos a esa situación de “aislamiento”, nos comenzamos a agobiar y empieza la preocupación por esa desconexión “red”, olvidándonos del mar que se está formando fuera del fondeadero o del barco que tenemos garreando hacia nosotros. Lo que nos preocupa de verdad es que estamos desconectados del mundo.
Para evitar estas situaciones debemos instalar algún equipo que nos amplifique la señal 3G y nos proporcione de nuevo esa conectividad que hemos perdido. Como me ha pasado más de una vez en diferentes situaciones, he probado diferentes equipos y antenas, obteniendo resultados muy buenos de dos equipos que vamos a analizar en esta entrega.
La cobertura que tenemos en el móvil o tableta es la que obtenemos con la antena que lleva incorporada. Lógicamente es una antena de pequeñas dimensiones y limitado alcance. Para mejorarlo debemos usar un equipo con una antena con más capacidad de recepción. La solución ideal es la de un equipo que recoja la señal 3G desde el lugar con más señal del barco y la reparta a través de Wifi o creando una red cableada local LAN (Local Area Nerwork).
Para poder disponer de este servicio, lo primero que debemos hacer es contratar una conexión con nuestro operador, a través de una tarifa plana de datos. La tarifa a elegir debería ser siempre superior a 5Gb al mes, con una calidad de servicio garantizado QOS (Quality Of Service), para que en caso de superar los 5Gb, podamos seguir navegando sin coste adicional. Es decir, contratamos 5Gb, pero si lo sobrepasamos no pagaremos más, y si hay disponibilidad de caudal podremos seguir navegando a la misma velocidad, pero si está saturado nos bajará el rendimiento. Esto nos garantiza, sobre todo, una factura imprevista si necesitamos más datos de los contratados.