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Existen tecnologías no muy antiguas que hoy nos parecen obsoletas, pero si nos remontamos a tres o cuatro años atrás, las veíamos como auténticas novedades tecnológicas. La cartografía en el ordenador, o las páginas webs de meteorología nos parecían algo novedoso para navegar y para preparar singladuras. Llevar un ordenador a bordo para estas novedades era algo moderno e imprescindible a la vez. A esta modernidad ya le hemos dado la vuelta. Llevar un ordenador para estas tareas ya es casi tan antiguo como recibir el parte del tiempo por fax, e incluso hasta más antiguo que esperar a las nueve de la noche para ver lo que nos dicen el de la tele.

Ya no se habla de tener web, se habla de tener presencia en internet, y ya no se usa el navegador, ahora se usan aplicaciones. Este cambio es una realidad, y ha sido generado por los dispositivos móviles.

Antes lo teníamos todo en el ordenador, ahora lo tenemos todo en la mano, en el móvil, y concretamente en aplicaciones verticales orientadas cada una a un determinado servicio. Tenemos APPS para todo, absolutamente para todo. Para el tiempo, para navegar, para obtener la posición, para el AIS, para controlar el garreo, para navegar, para consultar la cartografía, las rutas, para medir el viento, las mareas, para leer la prensa fondeados … para todo lo que queramos.

Y son aplicaciones, no son páginas webs. Ojo que no es lo mismo. Es un cambio de tendencia muy importante en la forma de trabajar, de conectarse a internet, de informarse …

Estos datos pueden ayudar a situarnos:

  • A fecha de hoy existen cerca de cinco millones de aplicaciones para móviles, desarrolladas para las dos grandes plataformas, Google Play Store y App Store de Apple.
  • Cada día se crean cientos de aplicaciones nuevas
  • Cada día usamos, de media, 9 aplicaciones, y hasta 30 al mes
  • Las aplicaciones ocupan el 85% del uso del móvil
  • El tiempo medio diario dedicado por un usuario con aplicaciones del móvil es de 2 horas y 43 minutos, y tiende a aumentar
  • El tiempo medio de navegación es inferior a media hora y tiende a disminuir

N&Y-INFORMATICA A BORDO- Cap 89 – LAS 15 MEJORES APPS NAUTICAS

Publicado en el número 36 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

Según la definición de Wikipedia, World Wide Web (“WWW” o simplemente la «Web») es un medio global de información cuyos usuarios pueden leer y escribir a través de computadoras conectadas a Internet. Se trata de una definición básica y antigua del término “web”, pero que, después de muchos años, a pesar de su enorme evolución, sigue siendo válida.

 

La aparición de internet obligó a todas las empresas, organizaciones y a cualquier ente a desarrollar una web informativa, explicando quien era, qué hacía y presentándose a una sociedad universal. Estas primeras webs eran estáticas, se presentaban como meros escaparates donde se exponía la empresa ante el mundo a través de un formato llamado internet.

“Si no estás en internet es porque no existes”

Esta fue la primera consecuencia de la aparición de internet, “si no estás no existes”. La obligación era estar ahí, tener cada uno su propia web, aunque sea con un escaparate parco y sencillo, pero si no estabas, no existías y te quedabas anclado en el pasado. En los inicios se trataba de un internet estático, llamado por entonces internet 1.0. El usuario te buscaba y encontraba información, pero cualquier interacción con la empresa se realizaba por correo electrónico o por teléfono. Por ejemplo, si buscábamos información de un puerto o de un hotel o servicio, realizábamos la búsqueda y contactábamos desde la web con un formulario, o simplemente anotábamos el teléfono para llamar.

Una vez atendido el servicio, no existía ningún tipo de retorno por parte del usuario, ni ninguna valoración ni validación de la veracidad del servicio vendido o de la información mostrada en la web. Esa era la limitación de internet 1.0. No existía interacción alguna con el usuario.

Esto provocó la llegada, en el año 2003, de la versión 2.0 de la red. En esta nueva versión, todavía hoy vigente, el usuario pasa a tener cada vez más protagonismo, y las webs comienzan a ser más dinámicas, con publicación constante de contenidos, y sobre todo con publicación de aportaciones de los usuarios.

Con la web 2.0 el usuario pasa de ser un sujeto pasivo a ser cada vez más protagonista de la presencia en internet. Nacen los blogs, las redes sociales, las opiniones. El usuario opina, valida e incluso es quien publica la información de la web. El creador de la web ya no es el único responsable de su contenido, ahora se suma el usuario, que es quien actualiza el escaparate. Ahora los contenidos son validados, opinados, rebatidos, reafirmados o discutidos por los usuarios, ya sea en directo o a través de un moderador de la propia web.

La Web 2.0 provoca la aparición de plataformas para la publicación de contenidos, las redes sociales (Facebook, Twitter …), servicios como Wikipedia, Flickr, Youtube, entre otros. En todos estos servicios el protagonista es el usuario, y es el verdadero responsable de las publicaciones.

Llevamos unos años “plantados” en esta web 2.0, en espera de dar el salto al 3.0, donde la inteligencia artificial y la semántica deberán substituir al actual contenido sintáctico. Este cambio supondrá, y de hecho ya se está introduciendo el cambio, que los contenidos serán entendidos y tratados semánticamente por los motores de búsqueda. Actualmente los contenidos son palabras sin significado para los buscadores, aunque podemos decir que algo se ha avanzado y que ya estamos a medio camino entre el 2.0 y el 3.0.

N&Y-INFORMATICA A BORDO – Cap 88 – UNA WEB PARA CADA BARCO

Publicado en el número 35 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

Una de las rutinas habituales en los fondeos es comprobar el agarre del ancla. Para ello, tras la maniobra habitual y el cálculo de cadena según el fondo, uno de mis hijos se pone sus gafas de buceo y se tira al agua para comprobar que el ancla está bien puesta, la cadena en buena posición y que su conjunto no garrea. Además comprueba que no tenemos peligro cercano de enrocar. Lo que no es habitual es que cuando sube a bordo de nuevo lo haga con un iPhone en la mano. “Papá, estaba junto al ancla, otro más este año”. Y es que no es primer móvil que nos encontramos en el fondo del mar. La pena es que son irrecuperables. Ni con arroz ni con inventos de secado podremos recuperar un teléfono que se nos ha caido al mar. En este caso tuvimos ese iPhone varios dias en arroz, para ver si podiamos recuperarlo, ponerlo en marcha y devolverselo a su dueño. Pero lo tuvimos varios dias en arroz, otros tantos al sol y hasta lo desmontamos para colgar la batería y la placa al sol, pero los esfuerzos fueron en vano. A guardarlo para llevarlo como chatarra a un punto verde al regresar a tierra.

¿A cuantos de nosotros se nos ha caido el móvil al mar, a la piscina, o simplemente se nos ha derramado sobre el dispositivo un vaso de aguan o un café? Creo que el 90% de los usuarios hemos tenido un incidente con nuestro móvil, y en la mayoría de casos con consecuencias desastrosas. O no se recupera o lo hace sin funcionar el altavoz, o el micrófono, o directamente con la pantalla en negro. Ni arroz ni inventos. A comprar uno nuevo. No queda otra.

Si el cambio de móvil es habitualmente cada año o cada dos años, en el mismo periodo nos ponemos a buscar fundas resistentes a golpes y fundas impermeables. Las resistentes a golpes son habitualmente muy voluminosas e incomodas de llevar, y acabamos prescindiendo de ellas a pesar de haberlas comprado. Y las impermeables son fundas de plástico para el uso puntual cuando tenemos riesgo de caida al agua, como puede ser al ir a la playa, bajar con el dingui, o simplemente al estar en plena navegación. Pero son tan incomodas que tampoco las usamos a pesar de tenerlas a bordo.

Sea la funda que sea, o son incómodas, o son poco fiables o son engorrosas de uso, ya que perdemos, en muchos casos, el acceso fácil a los botones, o las prestaciones de la pantalla táctil, y podemos usarlo sólo para llamadas de voz.

Algunas marcas han lanzado móviles sumergibles, pero con limitaciones en profundidad y tiempo bajo el agua. Por ejemplo, el Samsung Galaxy S8 y S8+ cuentan con el estándar IP68, resistiendo sumergidos hasta 1.5 metros de agua durante 30 minutos. Pero sigue siendo un móvil muy frágil para llevarlo a bordo sin estar padeciendo por su integridad.

Con los últimos modelos de iPhone ocurre algo parecido. Ambos han obtenido la calificación IP67. Tienen resistencia a las salpicaduras, al agua y al polvo, pero en la letra pequeña te avisan que  no tienen garantía por daños producidos por líquidos.

Dudo que nos bañemos en el mar conscientemente con un móvil de más de 600€ en nuestro bolsillo, o que desembarquemos con el dingui sin tener mucho cuidado en llevar el móvil protegido en una bolsa de transporte estanca.

Y es que el móvil se ha convertido en un compañero imprescindible pero muy caro, y también muy frágil. Y por muchas precauciones, fundas, bolsas y protecciones que añadamos al equipo, seguirá siendo un dispositivo demasiado frágil como para llevarlo a bordo sin preocuparnos su integridad. Además, quedarnos sin móvil a mitad de vacaciones por un accidente a bordo, nos puede fastidiar bien el resto de dias.

¿Cual es la solución? ¿Existen fundas realmente estancas y resistentes a golpes? Sí que existen, pero quitando prestaciones y utilidad al dispositivo. Pero si el propio dispositivo ya es resistente al agua y a los golpes, ya no tenemos que preocuparnos por nada más que por la cobertura y por no perderlo, porque lo llevaremos a todos sitios, incluso en la playa, el pleno baño o al desembarcar el dingui.

Este móvil “indestructible” y “sumergible” existe hoy en dia, y de la mano de una marca prestigiosa como CATERPILLAR, marca que nos suena verla en maquinaria pesada o incluso en botas o ropa para su uso en entornos de contrucción.

N&Y-INFORMATICA A BORDO – Cap 87 – CAT S60, EL SMARTPHONE NAUTICO CON CAMARA TERMICA

Publicado en el número 34 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

Llevar un reloj “smartwatch” o un “multideporte” en la muñeca ya no es algo que sea de unos pocos usuarios. Hace años usábamos estos relojes sólo para actividades deportivas, llevando en el vestir normal el reloj formal de siempre. Ahora este reloj deportivo ha dado el mismo salto que en su día hizo el móvil convirtiéndose en un “smartphone”. Ahora el “watch” ha dado ya el salto a “smartwatch”, traspasando funciones propias del móvil al reloj, convirtiéndose en un potente centro de información en la muñeca, con opciones avanzadas de datos y control, algo que hasta hace poco sólo lo hacíamos con la electrónica del barco, y luego con los móviles y tabletas. Ahora con el reloj, entre otras cosas, podemos llevar el control de la electrónica de a bordo.

Y además de su aplicación náutica, con estos relojes podemos llevar la gestión del deporte, el monitor de actividad, la lectura notificaciones o incluso el control de pulsaciones sin necesidad de un pulsómetro adicional.

Dos marcas punteras como Apple y Garmin han sido las pioneras en este tipo de relojes. El primero, orientando su AppleWatch a la conectividad exclusiva con sus dispositivos iPhone, y por su parte Garmin lo ha orientado más a actividades multideporte, con sincronización con cualquier dispositivo móvil, independientemente de su sistema operativo. La primera versión del Apple Watch no llevaba GPS ni era sumergible, algo que lo convertía simplemente en un accesorio del iPhone. En su segunda versión ya ha incorporado el GPS y la resistencia al agua, pero sigue siendo “dependiente” de disponer de un iPhone para disfrutar de todas sus prestaciones, y además ha de ser de última generación.

Ambos fabricantes se han esforzado en presentar modelos elegantes, resistentes, sumergibles y con un software muy completo, siendo el modelo Garmin Quatix 5, sin duda, el más indicado para el sector náutico en el que estamos, por el software que incorpora y las posibilidades y opciones que nos puede ofrecer a bordo.

Publicado en el número 33 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

El móvil se ha convertido en un compañero imprescindible pero muy caro, y también muy frágil. Y por muchas precauciones, fundas, bolsas y protecciones que añadamos al equipo, seguirá siendo un dispositivo demasiado frágil como para llevarlo a bordo sin preocuparnos su integridad. Además, quedarnos sin móvil a mitad de vacaciones por un accidente a bordo, nos puede fastidiar bien el resto de días.

¿Cual es la solución? ¿Existen fundas realmente estancas y resistentes a golpes? Sí que existen, pero quitando prestaciones y utilidad al dispositivo. Pero si el propio dispositivo ya es resistente al agua y a los golpes, ya no tenemos que preocuparnos por nada más que por la cobertura y por no perderlo, porque lo llevaremos a todos sitios, incluso en la playa, el pleno baño o al desembarcar el dingui. Este móvil “indestructible” y “sumergible” existe hoy en dia, y de la mano de una marca prestigiosa como CATERPILLAR, marca que nos suena verla en maquinaria pesada o incluso en botas o ropa para su uso en entornos de contrucción.

Caterpillar (CAT) es el fabricante más grande del mundo de maquinaria para la construcción. Es una marca que destaca por sus productos rebustos y resistentes. Hasta ahora la conocíamos por su maquinaria y productos relacionados con la construcción.

El modelo CAT S60 es un móvil ideal para el entorno náutico. Es un dispositivo prácticamente indestructible, sumergible hasta 5 metros y aguanta caidas de 1,8 metros, superando las especificaciones militares. Además cuenta con una cámara térmica FLIR que nos puede dar un plus de seguridad a bordo. Por defecto es sumergible hasta dos metros, y mediante la activación de dos botones es capaz de resistir hasta 5 metros durante 1 hora. Estos dos botones componen un sistema de protección del teléfono llamado “Lockdown Switch”. Además, una vez sumergido, el S60 es capaz de hacer fotografías y vídeos bajo el agua, además de contar con una pantalla táctil Corning®Gorilla® Glass 4 que puede usarse con guantes o dedos mojados.La calidad de las fotos y videos, incluso bajo el agua, son de alta calidad. La cámara principal tiene 13 Megapixeles, enfoque automático y doble flash LED. La cámara frontal tiene 5 Megapixeles y enfoque automático. La captura de video es de 1080p a 30 frames por segundo.

No es un móvil muy ligero, pero seguro que menos que cualquier otro ultrafino al que le añadimos la funda de protección. Pesa 223 gramos, y lógicamente no requiere ni fundas ni protecciones adicionales.A nivel de prestaciones, estas son las más descacadas, de forma resumida:

  • 32Gb de almacenamiento interno y ranura para una microSD hasta 200Gb
  • Conector de Audio 3,5 mm• Bluetooth® 4.1• NFC• Wi-Fi 802.11 b/g/n (2,4G)
  • Micro-USB 2.0, USB-OTG
  • Nano SIM
  • GPS GLONASS, GPS, aGPS, Beidou
  • Acelerómetro, Sensor de Proximidad, Sensor de Luz Ambiente, Brújula
  • Batería de 3800 mAh, hasta 30 horas de conversación y hasta 43 dias en espera

El Cat® S60 es el primer móvil que  de su categoría que incorpora una cámara que permite obtener una imagen térmica en vivo. Utiliza una tecnología MSX exclusiva de FLIR, capta imágenes térmicas claras, vídeos e incluso secuencias en un lapso de tiempo, todo ello con nitidez y posibilidad de compartir. Sus múltiples medidores de puntos permiten determinar retroactivamente una temperatura en la imagen, mientras que la tecnología de la cámara térmica es capaz de penetrar incluso cortinas de humo.

Web: www.catphones.com
Modelo: Cat S60
Link Producto: https://www.catphones.com/es-es/shop/cat-s60-smartphone/
Precio aproximado: 700€

 

 

Pendiente de publicación en el número 34 de la revista NAUTICA & YATES Magazine (diciembre 2017)

Si buscamos en el diccionario la definición de “juguete” nos encontramos con este texto: “Objeto que sirve para jugar los niños y está destinado expresamente a este fin”. Claro, si nos ceñimos a esta definición, una de dos, o los mayores no tenemos derecho a tener juguetes, o bien se ha de redefinir el concepto y decir simplemente que es “un objeto que sirve para jugar y está destinado expresamente a ese fin, independientemente de la edad”.

Y mucho más desde que la tecnología ha invadido nuestro entorno. Los juguetes pasan a llamarse gadgets, o alguno los denomina “accesorios”, aunque es un mero disfraz para aquel que tiene todavía vergüenza de reconocer que vive rodeado de juguetes.

Vamos a seleccionar unos cuantos de esos “accesorios”, que por su originalidad y utilidad pueden pasar a ser nuestros juguetes preferidos del verano.

Publicado en el número 32 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

N&Y-INFORMATICA A BORDO- Cap 85 – JUGUETES TECNOLOGICOS PARA LAS VACACIONES

El control remoto del barco no es algo exclusivo para los grandes yates, aunque es cierto que son las embarcaciones de más alta gama los que tienen sistemas más complejos y más susceptibles de control. En la anterior entrega vimos controles de seguridad y vigilancia, con una sencilla cámara, y sistemas de control de humedad, temperatura y agua en sentina, con sensores que detectan, avisan e incluso actúan.

Todos los controles que tenemos a bordo pueden actuar por sí solos, es decir, a partir de una señal detectada pueden realizar una acción, mediante un relé o enviando una señal a un equipamiento preparado para actuar. Esta “acción-reacción” ya está inventada desde hace muchos años, incluso antes de la aparición de internet. Por ejemplo, un sensor de agua en sentina puede ejecutar la acción de activar una bomba de achique, o un sensor de temperatura puede activar la calefacción, el aire acondicionado o poner en marcha un ventilador. Estos procedimientos son muy sencillos y casi no requieren de tecnología. Los tenemos en la mayoría de electrodomésticos. Las neveras no siempre tienen el compresor en marcha. Disponen un sensor de temperatura que accionan o paran el compresor para mantener la temperatura seleccionada en la nevera. Estos mismos sensores que hasta hace poco se limitaban a accionar “algo”, ahora van más allá y envían información a un centro de control que puede estar en la nube, el cual toma la decisión de accionar o no un equipamiento. Si tomamos el mismo ejemplo de la nevera, el mismo sensor que pone en marcha el compresor, ahora envía información a una aplicación que tenemos en nuestro móvil, con el fin de informarnos de su temperatura y dejar que seamos nosotros los que decidamos, remotamente, subir o bajar la temperatura de la nevera. En verano, por ejemplo, podemos mantener la nevera a una temperatura de mantenimiento, pero el dia antes a embarcarnos nos gustaría tener las cervezas bien frias. Y de la misma forma que hablamos de la nevera lo podemos hacer con la calefacción, el aire o cualquier otro equipamiento.

El control de estos sensores lo haremos remotamente, pero para ello necesitamos que esas “cosas” estén conectadas a Internet. Para ello volvemos al concepto que tanto hemos nombrado en anteriores entregas, IOT, Internet Of Things (Internet de las cosas). Este concepto que nos invade cada vez lo tenemos más asimilado, y es básico para poder controlar la domótica del barco, de casa o de cualquier ubicación.

Publicado en el número 31 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

N&Y-INFORMATICA A BORDO- Cap 84 – DOMOTICA EN EL BARCO II

El concepto domótica en general significa “casa que funciona sola”. Viene de “domus”, (casa en latín) y tica (automática). Si lo trasladamos a un barco tendremos que trabajar en sistemas que podamos automatizar a bordo, sea cual sea el tamaño de la embarcación. Lógicamente se me ocurren muchas más aplicaciones para el barco de Steve Jobs que para una pequeña embarcación, pero veremos que hay utilidades que nos pueden ir bien en todas las esloras.

Publicado en el número 30 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

N&Y-INFORMATICA A BORDO- Cap 83 – DOMOTICA EN EL BARCO (I)

 

En la anterior entrega definimos los tipos de redes inalámbricas, frecuencias, canales y versiones del protocolo WiFi. Tras analizar los diferentes escenarios posibles, y tras “sufrir” los problemas de las interferencias y velocidades, llegamos a la conclusión de pasarnos a la frecuencia de 5GHz, teniendo en cuenta que tendremos que variar el despliegue respecto a las redes convencionales. Dejando las redes 2,4GHz para redes pequeñas, casi domésticas, con poca concentración de vecinos. En un puerto o club náutico habitualmente la confluencia de redes es enorme, excepto si se encuentra aislado de la población y de otros puertos, por lo que las dificultades para dar buen servicio aumentan.

Nos vamos a centrar sólo en redes 5Ghz, teniendo en cuanta que esta versión no traspasa paredes con la misma facilidad que las redes antiguas. Esta desventaja se compensa con la desaparición de los problemas de interferencias y el aumento de velocidad.

Publicado en el número 29 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

N&Y-INFORMATICA A BORDO- Cap 82 – REDES INALAMBRICAS II

Está claro que no podemos vivir sin una conexión a internet, ni siquiera cuando nos escondemos en calas desiertas donde decimos “que bien estamos aquí solos”. Pero si nos damos cuenta que estamos sin cobertura ya tenemos un problema con la tripulación. Uno salta quejándose que no tiene cobertura, el otro no puede colgar sus fotos de Instagram y a los adolescentes se les han acabado los datos y buscan a quien robarle gigas por la tripulación. Es en ese momento cuando el capitán se da cuenta que lo que necesita es ir a puerto, pero no para repostar agua, gasoil y cargar baterías. ¡No, no… es para repostar datos!

Este verano coincidimos varios capitanes tomando unas copas en una cala del sur de Menorca. “¿Qué tal la tripulación? ¿Cómo lo lleváis?” “Estamos desesperados, no quieren calas bonitas, quieren calas con cobertura”, ese es el resumen de la conversación.

El Capitán de uno de ellos decidió ir al día siguiente a puerto para que la tripulación adolescente le deje en paz. Si lo que quiere el capitán es recargar pilas en un fondeo, lo que busca ahora la tripulación es recargar datos y eliminar la ansiedad que tienen los adictos a la red.

puerto

Buscamos un puerto y lo primero que hacemos después de pedir las amarras es pedir la clave del Wifi, sin duda. Y la siguiente acción del Capitán es coger a los más listos y buscar un buen restaurante en tierra, mientras el resto de la tripulación enfermiza con sus redes sociales.

¿Qué pasa al volver al amarre? “Papá, no me va el WiFi, no tira, me salen tres rayitas en la señal, pero no me puedo bajar nada”

Eso me suena. Es lo que nos encontramos en casi todos los puertos. Llamas al canal 9 para resolver la “urgencia dramática” y te viene un marinero diciéndote que como no te acerques a Capitanía no te va a funcionar bien y que dentro del barco no pierdas tiempo porque no tendrás cobertura.

Y es que tener WiFi ya no es una garantía de conectividad. Las redes inalámbricas han pasado a ser una “selva” de antenas donde no manda el más fuerte ni el que tiene más antenas. Hemos llegado a un colapso de frecuencias debido a la cantidad de puntos de acceso por metro cuadrado. Si hacemos una búsqueda de antenas en el móvil ¿cuántas redes nos salen?

Publicado en el número 28 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

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