Una de las rutinas habituales en los fondeos es comprobar el agarre del ancla. Para ello, tras la maniobra habitual y el cálculo de cadena según el fondo, uno de mis hijos se pone sus gafas de buceo y se tira al agua para comprobar que el ancla está bien puesta, la cadena en buena posición y que su conjunto no garrea. Además comprueba que no tenemos peligro cercano de enrocar. Lo que no es habitual es que cuando sube a bordo de nuevo lo haga con un iPhone en la mano. “Papá, estaba junto al ancla, otro más este año”. Y es que no es primer móvil que nos encontramos en el fondo del mar. La pena es que son irrecuperables. Ni con arroz ni con inventos de secado podremos recuperar un teléfono que se nos ha caido al mar. En este caso tuvimos ese iPhone varios dias en arroz, para ver si podiamos recuperarlo, ponerlo en marcha y devolverselo a su dueño. Pero lo tuvimos varios dias en arroz, otros tantos al sol y hasta lo desmontamos para colgar la batería y la placa al sol, pero los esfuerzos fueron en vano. A guardarlo para llevarlo como chatarra a un punto verde al regresar a tierra.

¿A cuantos de nosotros se nos ha caido el móvil al mar, a la piscina, o simplemente se nos ha derramado sobre el dispositivo un vaso de aguan o un café? Creo que el 90% de los usuarios hemos tenido un incidente con nuestro móvil, y en la mayoría de casos con consecuencias desastrosas. O no se recupera o lo hace sin funcionar el altavoz, o el micrófono, o directamente con la pantalla en negro. Ni arroz ni inventos. A comprar uno nuevo. No queda otra.

Si el cambio de móvil es habitualmente cada año o cada dos años, en el mismo periodo nos ponemos a buscar fundas resistentes a golpes y fundas impermeables. Las resistentes a golpes son habitualmente muy voluminosas e incomodas de llevar, y acabamos prescindiendo de ellas a pesar de haberlas comprado. Y las impermeables son fundas de plástico para el uso puntual cuando tenemos riesgo de caida al agua, como puede ser al ir a la playa, bajar con el dingui, o simplemente al estar en plena navegación. Pero son tan incomodas que tampoco las usamos a pesar de tenerlas a bordo.

Sea la funda que sea, o son incómodas, o son poco fiables o son engorrosas de uso, ya que perdemos, en muchos casos, el acceso fácil a los botones, o las prestaciones de la pantalla táctil, y podemos usarlo sólo para llamadas de voz.

Algunas marcas han lanzado móviles sumergibles, pero con limitaciones en profundidad y tiempo bajo el agua. Por ejemplo, el Samsung Galaxy S8 y S8+ cuentan con el estándar IP68, resistiendo sumergidos hasta 1.5 metros de agua durante 30 minutos. Pero sigue siendo un móvil muy frágil para llevarlo a bordo sin estar padeciendo por su integridad.

Con los últimos modelos de iPhone ocurre algo parecido. Ambos han obtenido la calificación IP67. Tienen resistencia a las salpicaduras, al agua y al polvo, pero en la letra pequeña te avisan que  no tienen garantía por daños producidos por líquidos.

Dudo que nos bañemos en el mar conscientemente con un móvil de más de 600€ en nuestro bolsillo, o que desembarquemos con el dingui sin tener mucho cuidado en llevar el móvil protegido en una bolsa de transporte estanca.

Y es que el móvil se ha convertido en un compañero imprescindible pero muy caro, y también muy frágil. Y por muchas precauciones, fundas, bolsas y protecciones que añadamos al equipo, seguirá siendo un dispositivo demasiado frágil como para llevarlo a bordo sin preocuparnos su integridad. Además, quedarnos sin móvil a mitad de vacaciones por un accidente a bordo, nos puede fastidiar bien el resto de dias.

¿Cual es la solución? ¿Existen fundas realmente estancas y resistentes a golpes? Sí que existen, pero quitando prestaciones y utilidad al dispositivo. Pero si el propio dispositivo ya es resistente al agua y a los golpes, ya no tenemos que preocuparnos por nada más que por la cobertura y por no perderlo, porque lo llevaremos a todos sitios, incluso en la playa, el pleno baño o al desembarcar el dingui.

Este móvil “indestructible” y “sumergible” existe hoy en dia, y de la mano de una marca prestigiosa como CATERPILLAR, marca que nos suena verla en maquinaria pesada o incluso en botas o ropa para su uso en entornos de contrucción.

N&Y-INFORMATICA A BORDO – Cap 87 – CAT S60, EL SMARTPHONE NAUTICO CON CAMARA TERMICA

Publicado en el número 34 de la revista NAUTICA & YATES Magazine

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